Publicado en el Semanario
TEMAS Venezuela
OPINIÓN
del 19 al 25 de septiembre de 2008
TEMAS Venezuela
OPINIÓN
del 19 al 25 de septiembre de 2008
Maglene Sierraalta
“El juego está trancado por el Justiprecio” revelaba el profesor Aristóbulo Istúriz por VIVE TV. Se refería a la mesa de conversaciones que existe en la Vicepresidencia Ejecutiva entre propietarios e inquilinos, la cual busca solventar el dilema de los edificios que están el Proyecto de Expropiaciones de la Alcaldía Metropolitana de Caracas.
El Justiprecio es efectuado por peritos o tasadores especializados para darle el valor a “la cosa”. Este es el sistema apropiado en casos como el que compete en la mesa de negociaciones, léase “expropiaciones”, y es el utilizado desde el punto de vista legal.
Informan que, en la mesa de conversaciones, lo que pretenden los inquilinos es el Justoprecio, literalmente hablando según expresa en su diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Manuel Ossorio: “Expresion por demás elástica, que se refiere al adecuado valor de las cosas, teniendo en cuenta los gastos de producción, la ganancia del que la vende y los intereses del adquiriente.”
La expropiación no es un negocio de compra y venta. Mal puede entenderse como un bien que va a moverse en el libre mercado; la “mano invisible” no regulará el valor de lo expropiado.
Sin embargo, si vamos a las leyes del mercado y la libre Oferta y Demanda, debemos observar que en el caso de los Inquilinos/Alcaldía Metropolitana, la Oferta es masiva, los avalúos son masivos. por lo tanto el valor del inmueble debe ser menor.
Los inquilinos no desean que se les regalen los inmuebles, como se ha mediatizado durante los últimos años.
Lo que buscan es una protección del Estado ante las innumerables amenazas legales de los propietarios, quienes amparados en la Ley iniciaron una guerra de Resoluciones de Contratos y Desalojos forzosos.
Quieren comprar los metros cúbicos de aire donde viven para acabar con la amenaza del desalojo. Sin embargo, el valor debe ser Justo según la edad y condiciones del inmueble.
Mientras se discute toda la parafernalia desde el punto de vista de la dura ley, los inquilinos seguirán sufriendo los embates de los propietarios. “Saldrán a tiros cuando pierda Chávez”, dijo un propietario.
El tiempo, cruel justiciero, seguirá pasando y “engordando” los bienes inmobiliarios de los terrófagos y latifundistas de concreto.
Un llamado de atención a la Asamblea Nacional: llegó la hora de evaluar “el Interés Social” de la Ley de Expropiaciones vigente; esta Ley se refiere primordialmente a la “Causa Pública”.
“El juego está trancado por el Justiprecio” revelaba el profesor Aristóbulo Istúriz por VIVE TV. Se refería a la mesa de conversaciones que existe en la Vicepresidencia Ejecutiva entre propietarios e inquilinos, la cual busca solventar el dilema de los edificios que están el Proyecto de Expropiaciones de la Alcaldía Metropolitana de Caracas.
El Justiprecio es efectuado por peritos o tasadores especializados para darle el valor a “la cosa”. Este es el sistema apropiado en casos como el que compete en la mesa de negociaciones, léase “expropiaciones”, y es el utilizado desde el punto de vista legal.
Informan que, en la mesa de conversaciones, lo que pretenden los inquilinos es el Justoprecio, literalmente hablando según expresa en su diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Manuel Ossorio: “Expresion por demás elástica, que se refiere al adecuado valor de las cosas, teniendo en cuenta los gastos de producción, la ganancia del que la vende y los intereses del adquiriente.”
La expropiación no es un negocio de compra y venta. Mal puede entenderse como un bien que va a moverse en el libre mercado; la “mano invisible” no regulará el valor de lo expropiado.
Sin embargo, si vamos a las leyes del mercado y la libre Oferta y Demanda, debemos observar que en el caso de los Inquilinos/Alcaldía Metropolitana, la Oferta es masiva, los avalúos son masivos. por lo tanto el valor del inmueble debe ser menor.
Los inquilinos no desean que se les regalen los inmuebles, como se ha mediatizado durante los últimos años.
Lo que buscan es una protección del Estado ante las innumerables amenazas legales de los propietarios, quienes amparados en la Ley iniciaron una guerra de Resoluciones de Contratos y Desalojos forzosos.
Quieren comprar los metros cúbicos de aire donde viven para acabar con la amenaza del desalojo. Sin embargo, el valor debe ser Justo según la edad y condiciones del inmueble.
Mientras se discute toda la parafernalia desde el punto de vista de la dura ley, los inquilinos seguirán sufriendo los embates de los propietarios. “Saldrán a tiros cuando pierda Chávez”, dijo un propietario.
El tiempo, cruel justiciero, seguirá pasando y “engordando” los bienes inmobiliarios de los terrófagos y latifundistas de concreto.
Un llamado de atención a la Asamblea Nacional: llegó la hora de evaluar “el Interés Social” de la Ley de Expropiaciones vigente; esta Ley se refiere primordialmente a la “Causa Pública”.