TEMAS Venezuela
Opinión
del 3 al 9 de septiembre de 2010
Opinión
del 3 al 9 de septiembre de 2010
Inquilinos continuemos en la lucha
Maglene Sierraalta
“Sólo en socialismo podremos solucionar el grave problema de la vivienda”, palabras del Comandante Presidente Hugo Chávez. Y es cierto, porque en socialismo no veremos la ganancia de la mercancía en la cual se ha convertido la vivienda en Venezuela. Podremos suplir la necesidad que requiere la familia.
Sin ánimo de ser xenófoba, es conveniente atacar a los intermediarios extranjeros que sirven de administradores de inmuebles, a quienes nuestra Patria les abrió los brazos, y ellos le pagan dedicándose a explotar la mina de diamantes: el pueblo asalariado, al cual el Presidente le ajustó el salario porque estaba desfasado de la cesta básica.
Las familias que luchan por ser clase media ven como se les escapa el ingreso ante el aumento del alquiler; pero también tolera el propietario del apartamento, cuando el administrador le aumenta el porcentaje de ganancia sobre la administración del inmueble y a fin de mes el dueño no queda satisfecho con tal incremento. Nuevamente nos enfrentamos al capitalismo en sus diferentes modalidades.
Los inquilinos viven inmersos en los diferentes problemas de vivienda: expropiaciones en el limbo, demandas de desalojo en proceso, desalojos sentenciados y de pronta ejecución. Censados en el Sivih esperando una adjudicación; estafados en la compra de viviendas; confiados en el Decreto para detener las 1.000 demandas de desalojos que anunciaron los representantes de propietarios; esperanzados en que si se ejecuta un desalojo ellos tengan una vivienda sustituta; en fin, tantos problemas. Esas familias inquilinas tienen tenencia de vivienda; si están solventes el gobierno podría garantizar que no las desalojarán.
“La vivienda es de quien la habita”
Las familias inquilinas con 20, 30, 40 y más años habitando el inmueble demuestran que las palabras de Muammar El Gadhafi son sabias al respecto; ejemplo de Socialismo.
No obstante, no podemos decaer en la lucha ni condicionar votos; abstenernos de votar o entregar el voto a la oposición significa el hundimiento total. Creer que antes era mejor es no haber visto antes un secuestro, una vivienda tapiada con la familia y muebles adentro. Con los nuestros al menos podemos llevar una protesta con tambores y no exponernos al riesgo a que nos bañen con agua del Guaire.
En esta Asamblea hemos obtenidos logros. Nos escuchan y existen proyectos para realizar cambios y tener una nueva Ley de Inquilinato. El 26S ¡el Pueblo pa´la Asamblea! ¡Votemos para ser un Pueblo legislador!
Sin ánimo de ser xenófoba, es conveniente atacar a los intermediarios extranjeros que sirven de administradores de inmuebles, a quienes nuestra Patria les abrió los brazos, y ellos le pagan dedicándose a explotar la mina de diamantes: el pueblo asalariado, al cual el Presidente le ajustó el salario porque estaba desfasado de la cesta básica.
Las familias que luchan por ser clase media ven como se les escapa el ingreso ante el aumento del alquiler; pero también tolera el propietario del apartamento, cuando el administrador le aumenta el porcentaje de ganancia sobre la administración del inmueble y a fin de mes el dueño no queda satisfecho con tal incremento. Nuevamente nos enfrentamos al capitalismo en sus diferentes modalidades.
Los inquilinos viven inmersos en los diferentes problemas de vivienda: expropiaciones en el limbo, demandas de desalojo en proceso, desalojos sentenciados y de pronta ejecución. Censados en el Sivih esperando una adjudicación; estafados en la compra de viviendas; confiados en el Decreto para detener las 1.000 demandas de desalojos que anunciaron los representantes de propietarios; esperanzados en que si se ejecuta un desalojo ellos tengan una vivienda sustituta; en fin, tantos problemas. Esas familias inquilinas tienen tenencia de vivienda; si están solventes el gobierno podría garantizar que no las desalojarán.
“La vivienda es de quien la habita”
Las familias inquilinas con 20, 30, 40 y más años habitando el inmueble demuestran que las palabras de Muammar El Gadhafi son sabias al respecto; ejemplo de Socialismo.
No obstante, no podemos decaer en la lucha ni condicionar votos; abstenernos de votar o entregar el voto a la oposición significa el hundimiento total. Creer que antes era mejor es no haber visto antes un secuestro, una vivienda tapiada con la familia y muebles adentro. Con los nuestros al menos podemos llevar una protesta con tambores y no exponernos al riesgo a que nos bañen con agua del Guaire.
En esta Asamblea hemos obtenidos logros. Nos escuchan y existen proyectos para realizar cambios y tener una nueva Ley de Inquilinato. El 26S ¡el Pueblo pa´la Asamblea! ¡Votemos para ser un Pueblo legislador!