miércoles, 15 de septiembre de 2010

Fiesta de chupasangre

TEMAS Venezuela
Opinión
del 10 al 16 de septiembre de 2010

Fiesta de chupasangre

Maglene Sierraalta
Se alborotaron los chupasangre. Llamarlos vampiros o sanguijuelas es una ofensa para estos nobles animalitos. La campaña de los representantes de dueños y dueñas de inmuebles comienza a dar sus frutos; los nuevos precios de alquiler de 18 mil bolívares fuertes en Altamira surten efecto. Tres a cinco mil bolívares fuertes parecen muy económicos. ¡Ta’ barato dame dos! ¿Cuánto entonces debería ser el salario?
La plusvalía del sistema de transporte, hacia las ciudades dormitorios, ya tiene dueño. Los propietarios de inmuebles se apoderan de ella. Se publicita que esas zonas tienen gran demanda, gracias al Metro y los ferrocarriles; por lo tanto, aumenta el precio de los alquileres y ventas.
Tengo 44 años trabajando, observando y leyendo como se utilizan los medios impresos para crear escenarios de manera que se incrementen los precios del alquiler y de las ventas de inmuebles.
¡No existe hasta el momento ningún control de la especulación!
Mientras leemos noticias de la crisis inmobiliaria en el imperio, bajan los precios y la burbuja nuevamente golpea la economía en Estados Unidos; los representantes de las asociaciones de propietarios en Venezuela enaltecen la especulación en los alquileres.
Ultimamente hemos visto, en los Altos mirandinos, edificios que están en condominios o propiedad horizontal. Una persona es la propietaria de diez apartamentos y los alquila a los precios que mejor le parece; el negoción es la transacción anual y el subsidio que gozan los empleados de algunas industrias. Con toda seguridad el pago de los impuestos del propietario está alejado del Seniat. ¿Quién controla eso?
Revalorizar un inmueble, en base a la unidad tributaria o al índice de precios al consumidor, es la expresión más capitalista de aceptar que la vivienda y la tierra son mercancías y en Socialismo esto no es aceptable. Si algo tenemos claro es que la vivienda y la tierra no son mercancías.
Las conversaciones y trabajos que se realizan en la Asamblea Nacional respecto a la nueva ley de arrendamientos están dirigidos a proteger al núcleo familiar, base de nuestra sociedad. Los propietarios deben recordar que ellos tienen una función de obligación social que cumplir y no pueden pretender que, en un momento de emergencia y de necesidad de viviendas, ellos tengan derecho a especular o acaparar las mismas. Conviene recordarles lo que existe en España: una Ley de alquiler forzoso, destinada a suplir la necesidad de viviendas en las zonas más críticas, si un dueño decide mantener desocupado, por más de dos años, un apartamento o una casa.
Recuerda el 26S Vota Psuv. ¡El Pueblo pa’la Asamblea!