jueves, 25 de febrero de 2010

Usucapión versus latifundistas de concreto

TEMAS Venezuela
del 19 al 25 de febrero de 2010
Usucapión versus latifundistas de concreto
Maglene Sierraalta
El alquiler debe existir; pero sin la explotación de un individuo en detrimento de la masa, como ocurre actualmente en Venezuela. El Estado debe plantearse políticas de construcción de viviendas para alquiler. Con el tiempo la familia inquilina será propietaria por usucapión o prescripción adquisitiva.
En nuestro país el desalojo es la prioridad para dueños y dueñas. De hecho, en la ley vigente y la que se estaba cocinando en la subcomisión de viviendas, lo primordial era hacer expedito el desalojo para que los propietarios pudiesen recuperar sus inmuebles. Me pregunto: ¿entonces para que alquilan si lo que quieren es desalojar?
La especulación está amparada en los artículos 4º literal b y 42º de la LAI que permiten satisfacer los deseos del propietario de un inmueble cuya cédula de habitabilidad haya cumplido 23 años. ¡Rentas millonarias!
Un inmueble cuya data de construcción sea de veinte años ó más y durante ese tiempo ha sido usufructuado en alquiler, llega a cubrir su costo inicial dos, tres, cinco, diez veces y más: los inquilinos han requetepagado el inmueble.
En Venezuela vivimos esa experiencia; miles de inquilinos han habitado durante más de veinte años esos inmuebles viejos y sería de justicia que se revisara el Código Civil y regresar a los derechos usurpados dentro de la definición de Usucapión y Prescripciones Adquisitivas veintiañal, treintañal.
Los inmuebles viejos de San Pedro, Santa Rosalía y El Recreo, por nombrar tres de las más emblemáticas parroquias del Municipio Libertador, en la ciudad de Caracas, albergan más de trescientos edificios viejos llenos de familias inquilinas, y en gran mayoría pertenecen a un sólo propietario o corporación a los que hemos bautizado: latifundistas de concreto; son la diana de nuestra lucha.
Estos dueños y dueñas, a raíz de la Ley de Arrendamientos Inmobiliarios (2000), inflaron los avalúos. La semilla está en los Registros Inmobiliarios y es aceptada por la Dirección de Inquilinato, hoy en el Mopvi. Acosan a las familias inquilinas solicitando el desalojo; actúan bajo amenazas, fuera de ley o con argucias legales aceptadas por jueces y juezas.
Por esta situación, cuando nos dicen: “Es que aunque les regalemos los apartamentos, ellos no van a votar por nosotros...” uno piensa: ¿Y éste será revolucionario incluyente o es que tiene edificios involucrados en el proyecto?
La penuria de vivienda no tiene exclusividad de clases. Compete a todos los humanos, unos más otros menos. Los mas sufridos pertenecen a la mal llamada clase media, despreciados como pequeños burgueses asalariados. El pueblo osado invade, viola la ley, soluciona su problema y hasta lo ayudan a consolidar su barrio.