jueves, 23 de diciembre de 2010

Síndrome del yo-yo

Síndrome del yo-yo
Maglene Sierraalta
De nuevo los inquilinos: “Señora Maglene ¿Escuchó al Presidente?“ ¡No!, ¿Qué dijo? “Que va a meter la ley de inquilinato en la Habilitante”. Ah sí: bueno, esperemos que esta vez sea cierto y no una nueva estrategia de distracción. Porque ya parecemos un yo-yo: un día nos ofrecen villas y castillos, y después silencio hasta que volvemos a formar una alharaca. El 2011 será de alboroto, sin guarimbear, hasta que logremos algo. ¿Qué buscamos? ¡Basta de desalojos humillantes! Reconocimiento de la garantía del techo; si el inquilino está solvente no debe haber desalojo. Si el propietario va a vender, el Banco Nacional de Vivienda y Hábitat debe intervenir en la transacción otorgando el crédito vía FAOV y sirviendo de intermediario en el avalúo. ¿Esto será muy difícil?
El Comandante Presidente Hugo Chávez, nos reflejan en la prensa de hoy jueves 23 de diciembre, insistió en que se encargará personalmente del problema de los inquilinos y que esa Ley debe salir por la Habilitante y para ello se debe conformar una mesa de trabajo. Esperemos que el protagonismo y el egoísmo no vuelvan a tentar a los que han tomado la franquicia de representar a los inquilinos y permitan que se involucren los otros colectivos, tales como Frente Nacional de Inquilinos, Techos duros, Clase Media Socialista, Colectivo de Chacao., Municipio Sucre, Inquilinos Bolivarianos, los Sin Techos..., todos tienen derecho a expresarse y a ser mayoría en un ambiente donde siempre ha sido un privilegio la mayoría para los propietarios.
¡Propuestas de leyes! Existen varias y tengo entendido que hasta algunos artículos tienen la aprobación. Pero ¿qué dice el proyecto?
Bien, esperemos las buenas nuevas con esta nueva mesa de trabajo y esperemos que no se vuelva a perder el tiempo que ¡vale oro!
Necesario es, de nuevo volver a agradecer al Comandante Presidente Hugo Chávez, porque es el único que ofrece esperanzas a los desasistidos y porque con esta acción, después de todo, demostró que Sí quiere a los inquilinos. ¡Amor con amor se paga!