domingo, 31 de agosto de 2008

Descongelamiento de alquiler pulverizaría sociedad asalariada

Publicado en Semanario TEMAS Venezuela
Opinión
del 29 de agosto al 4 de septiembre de 2008
Maglene Sierraalta

Haré incapié: la vivienda es una necesidad primaria del ser humano. El dueño solo vé “la cosa” que generará rentas para él y sus herederos.
Nuestra Constitución nos refiere en el Artículo 2 que estamos constituídos “…en un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia” y además en el 86 nos ratifica que la vivienda “…es un servicio público de carácter no lucrativo”.

Debemos ser insistentes porque nuestra Constitución nos protege en materia de vivienda desde el ámbito de Bien Social.

En consecuencia ¿quién debe ser el intermediario en la problemática inquilinaria presentada en la actualidad? … ¡El Estado! Es éste quien debe terciar en la producción, comercialización y/o alquiler para la gran mayoría: ¡El Pueblo asalariado!

Hoy los dueños solicitan exoneración de ISLR y descongelamiento gradual de los alquileres ¿Para qué? Los propietarios de inmuebles construidos después de 1987 tienen alquileres liberados y aún en los edificios más viejos cobran desde 1.200 hasta 7.000 bolívares fuertes. Cambian el uso de vivienda a comercial, habilitan como anexos a garages y maleteros sin ventilación. ¡Cuatro literas en una habitación!

Desalojar sólo para alquilar con nuevos contratos de especulación ¡Otro capricho neoliberal! Lo Social no puede ser “descongelar los alquileres gradualmente” y exonerar el pago del impuesto. Eso sería pulverizar la sociedad asalariada.

¿Quién controla los abusos? ¿Quién defiende al ciudadano de a pié que no tiene para adquirir una vivienda propia, víctima de los excesos de administradoras especuladoras?

La vivienda como Capital es la máxima explotación a la que se puede exponer la sociedad. Trabajar sólo para mantener durante toda la vida, a través de una renta a los dueños y sus herederos, es una esclavitud.

Durante el Gobierno bolivariano el esfuerzo en construcción de viviendas ha sido insuficiente. Existe presión inmigratoria de seis millones de hemanos colombianos, peruanos y ecuatorianos, quienes se suman a la vieja necesidad de Casa del venezolano.

El Socialismo es la única vía de solución al problema de la penuria de vivienda. Nuestros ingresos familiares no nos permiten satisfacer la codicia de los propietarios.

Nuestra Fé en el Presidente Chávez nos conducirá a la meta. Sin embargo, esa Fé debe ser demostrada a través del voto; ese voto sirve de antibiótico para curarnos el virus Capital que nos agobia ante la escasez de vivienda.