Maglene Sierraalta
Caracas, 20 de diciembre de 2010.-
Cuando el Comandante Presidente habló acerca de las bondades que le dará a nuestros hermanos damnificados, inmediatamente a los inquilinos se les erizaron los pelos: ¡Arreciarán las demandas de desalojos!.
Nos preguntamos: ¿Por qué el Comandante Presidente no nos quiere? En el sector inquilinario existen todos los estratos sociales posibles en Venezuela. En el valle de Caracas, desde la punta de un cerro humilde hasta una colina urbanizada; en toda Venezuela existen inquilinos. Y todos con las mismas necesidades de vivienda, azotados por adecos y copeyanos propietarios de esas rentas; y no hablemos si nos queda por allí un Seudosocialista propietario capitalista de la renta.
Comandante Presidente, cuando usted dijo que se leyeran los avisos clasificados de Ultimas Noticias para buscar los apartamentos que están por alquilar, supongo que lanzó una estrategia indescifrable. Esos apartamentos inmediatamente desaparecieron. Nadie va a querer alquilar al gobierno. ¡Se les descubriría el bojote de la especulación!.
Con esta tragedia de inundaciones podemos decir: “No hay mal que por bien no venga”. Algo tiene que quedar muy claro de una vez por todas: “¡No hay cama pa’tanta gente!”.
En la zona de la Gran Caracas Metropolitana existe cualquier cantidad de aristas en el problema de inquilinos y hasta que no se resuelvan ¡por una vía legal socialista! no hay manera de llegar a un entendimiento.
Familia Inquilina desalojada es una familia damnificada y como tal debe ser beneficiada.
Los Tribunales ejecutan su trabajo cuando reciben demandas de desalojos y el estigmatizado, satanizado y ajustado a derecho es el Inquilino.
Los damnificados que sufrieron las consecuencias de las lluvias, por vivir en zonas de alta vulnerabilidad, vivían allí por no conseguir techo. A muchos de ellos tenemos que considerar ¡con la verdad por delante! que no están ajustados a derecho. Y sin embargo se les ofrecen y conceden beneficios, mientras al inquilino nuevamente se le terceriza y castiga en un Proyecto de “decreto de emergencia” que parece escrito por los abogados de Carlos Andrés Pérez en septiembre de 1989.
Existe en los edificios viejos cualquier cantidad de herencias yacentes. Sucesiones que no han pagado derechos sucesorales y se fueron por caminos ilícitos formando empresas fantasmas. Un alto porcentaje de esos edificios pertenecen al Estado, ¿Por qué no se aclara esa situación en lugar de permitir la presión y acoso que se hace para venderles un bien que no les pertenece?
Un diputado de la Asamblea Nacional me dijo una vez: “Te estás metiendo en un barril de mierda con sangre”. ¿Tendré que creer que es cierto eso?
Esta lucha es dura pero hay que continuarla. Inquilino: ¡muestra la cara!, debemos contarnos para poder tener una organización mayoritaria y ejercer nuestro Derecho a la exigencia, lo cual no quiere decir que nos den. Pero el que no llora no mama.
Inquilino que esté al día con su pago NO DEBE SER DESALOJADO.
El artículo 471-A del Código Penal si no ha sido utilizado deróguenlo. Además nosotros cuidamos los apartamentos y encima tenemos que pagar una renta.
Nos preguntamos: ¿Por qué el Comandante Presidente no nos quiere? En el sector inquilinario existen todos los estratos sociales posibles en Venezuela. En el valle de Caracas, desde la punta de un cerro humilde hasta una colina urbanizada; en toda Venezuela existen inquilinos. Y todos con las mismas necesidades de vivienda, azotados por adecos y copeyanos propietarios de esas rentas; y no hablemos si nos queda por allí un Seudosocialista propietario capitalista de la renta.
Comandante Presidente, cuando usted dijo que se leyeran los avisos clasificados de Ultimas Noticias para buscar los apartamentos que están por alquilar, supongo que lanzó una estrategia indescifrable. Esos apartamentos inmediatamente desaparecieron. Nadie va a querer alquilar al gobierno. ¡Se les descubriría el bojote de la especulación!.
Con esta tragedia de inundaciones podemos decir: “No hay mal que por bien no venga”. Algo tiene que quedar muy claro de una vez por todas: “¡No hay cama pa’tanta gente!”.
En la zona de la Gran Caracas Metropolitana existe cualquier cantidad de aristas en el problema de inquilinos y hasta que no se resuelvan ¡por una vía legal socialista! no hay manera de llegar a un entendimiento.
Familia Inquilina desalojada es una familia damnificada y como tal debe ser beneficiada.
Los Tribunales ejecutan su trabajo cuando reciben demandas de desalojos y el estigmatizado, satanizado y ajustado a derecho es el Inquilino.
Los damnificados que sufrieron las consecuencias de las lluvias, por vivir en zonas de alta vulnerabilidad, vivían allí por no conseguir techo. A muchos de ellos tenemos que considerar ¡con la verdad por delante! que no están ajustados a derecho. Y sin embargo se les ofrecen y conceden beneficios, mientras al inquilino nuevamente se le terceriza y castiga en un Proyecto de “decreto de emergencia” que parece escrito por los abogados de Carlos Andrés Pérez en septiembre de 1989.
Existe en los edificios viejos cualquier cantidad de herencias yacentes. Sucesiones que no han pagado derechos sucesorales y se fueron por caminos ilícitos formando empresas fantasmas. Un alto porcentaje de esos edificios pertenecen al Estado, ¿Por qué no se aclara esa situación en lugar de permitir la presión y acoso que se hace para venderles un bien que no les pertenece?
Un diputado de la Asamblea Nacional me dijo una vez: “Te estás metiendo en un barril de mierda con sangre”. ¿Tendré que creer que es cierto eso?
Esta lucha es dura pero hay que continuarla. Inquilino: ¡muestra la cara!, debemos contarnos para poder tener una organización mayoritaria y ejercer nuestro Derecho a la exigencia, lo cual no quiere decir que nos den. Pero el que no llora no mama.
Inquilino que esté al día con su pago NO DEBE SER DESALOJADO.
El artículo 471-A del Código Penal si no ha sido utilizado deróguenlo. Además nosotros cuidamos los apartamentos y encima tenemos que pagar una renta.
